La dravita es un mineral de la clase de los ciclosilicatos perteneciente al grupo de la turmalina, caracterizado por ser la turmalina de magnesio, de color pardo o amarillento. Descubierta en Eslovenia en 1883, debe su nombre a que se encontró en abundancia cerca del río Drava. Además de sus propiedades físicas, como una dureza de 7 a 7.5 en la escala de Mohs, se le atribuyen propiedades esotéricas, como la estabilidad emocional y la protección contra energías negativas